Se trata de un fragmento de un periódico (“the Observer”), que trata sobre un inspector de la R.S.P.C.A. que encuentra a una cotorrita en una jaula tan pequeña (8 pulgadas), que no puede ni extender sus alas. El dueño tuvo que pagar una multa de dos libras.
Alejandro
lunes, 23 de noviembre de 2009
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