Mientras Horacio Oliveira va caminando por las calles de París, se desata la lluvia. Oliveira entra a un lugar en el que madame Berthe Trépat está dando un concierto de piano. Hay pocos espectadores y hay una atmósfera de disgusto hacia la música de la pianista. Sin embargo, hay algo en esa atmósfera que encanta a Oliveira.
Después de un rato, Oliveira se queda solo en la sala y la pianista interrumpe el concierto. Oliveira se ofrece para acompañarla hasta su casa. En el camino Oliveira y la pianista hablan sobre muchas cosas y finalmente ella termina por tacharlo de depravado sexual. Horacio se enoja y se va.
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